miércoles, 21 de febrero de 2018

Muerte entre líneas, By Its Cover, Donna Leon



Resultado de imagen de Muerte entre líneasVuelvo a Donna Leon, como sabéis voy a escribir un breve artículo sobre su obra centrado en Brunetti, así que acelero e intento acabar la saga lo antes posible. Cuando haces esto, antes lo hice con Camillieri, por ejemplo, parece que lo real e imaginario se solapan en las palabras, en tu cerebro y en la vida real. Todo adquiere una dimensión conocida, como familiar, por eso das la bienvenida a la nueva trama o te enfadas con el personaje que se ha salido de la pauta esperada.


Los personajes permanecen fieles a la obra, es decir, aparecen sin descanso novela tras novela, como emergiendo de entre los sueños del lector. Son, efectivamente, fácilmente reconocibles. Patta, vicecuestore, ajeno a los problemas y centrado en el ascenso social, o Patta, encargado de antiterrorismo, pero personaje poco de fiar, es como el alter ego de Brunetti, carece de honradez y principios, es parte de la gente que aspira a la ascensión social. No te decepcionan, son igual trama tras trama.

La novela se centra en la trata de libros antiguos, el asombroso mercado de incunables y primeras ediciones, de mutilaciones de ediciones, del robo de obras de arte, sin embargo es complejo el tema. En realidad el fetichismo tiene poco que ver con la cultura, es mucho más de la obsesión por poseer de algunas personas. Aquí se me presenta el debate entre la integridad artística y la reproducción, si lo que importa es el contenido o el continente, qué valor tiene en sí misma, una obra que se ha de consultar en una cámara refrigerada con peligro de que se desintegren sus hojas, igual interesa el espíritu creador, el contenido, pero claro, desde que se inventó la imprenta el conocimiento se democratizó, eso siempre es un problema.

Evidentemente el libro sigue con sus elementos habituales, es decir, la familia refugio de Brunetti, esa diferencia espacio privado, espacio público del comisario, y aborda, siempre,conflictos sociales que son del interés del lector. La corrupción siempre presente, la dejadez burocrática.

-¿Y qué me dice de recoger los regalitos que se caigan de las mesas de reuniones de los distintos armadores?

Y ese estado de cosas lleva al desánimo, a la hipocresía y a la destrucción o decadencia de la civilización; lleva, además, al populismo, a la histeria, a la sinrazón. El pobre siempre se queda en la casa derruida, el que tiene puede hacerse una nueva, en cualquier sitio.




-Me alegro muchísimo de que por fin podamos hablar de tú a tú, Guido. -Bebió un sorbo de vino y posó la copa-. Lo único que puedo hacer es loq ue llevo haciendo los últimos cinco años.

-¿Y qué es?

-Sacar mi dinero del país. Invertir en países que tengan futuro, invertir en países donde la ley cuente para algo.

Y siempre la ironía.

Pasaba de los cuarenta, pero no quedaba claro si por mucho o poco; los años que aparentaba en cada momento debían de depender de la luz y del maquillaje, y probablemente también de su humor.

El libro podemos encontrarlo en Seix Barral. Aquí os dejo datos de interés.




Nº de páginas: 288 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: SEIX BARRAL

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788432222528




Una tarde, el comisario Brunetti recibe la llamada desesperada del director de una biblioteca veneciana. Diversos libros antiguos de gran valor han desaparecido.  Los bibliotecarios sospechan del hombre que pidió consultar los volúmenes, un catedrático de la Universidad de Kansas. El único problema es que, después de comprobar sus credenciales, el profesor simplemente no existe. Brunetti empieza entonces a investigar entre los habituales de la biblioteca, y es así como conoce al exsacerdote Franchini, un lector apasionado de literatura cristiana antigua, o la condesa Morosini-Albani, una generosa mecenas. Cuando Franchini aparece asesinado, el caso toma un rumbo más siniestro y pronto Brunetti se encuentra sumergido en el sombrío mundo del mercado negro de libros antiguos.
En
Muerte entre líneas, Donna Leon se ha inspirado en uno de los mayores escándalos del comercio de libros de la Historia: el robo, real, de miles de libros antiguos de la biblioteca napolitana de Girolamini.

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